Paladines del deber,
Voluntarios abnegados
Que sin premio al sacrificio
Entregan su vida sin vacilar.
Viejos tercios bomberiles,
Que han dejado su juventud
En las hachas y en las escalas,
Siempre cumpliendo su deber.
Contra las llamas, nuestras enemigas,
Siempre habremos de luchar,
Suban muy alto, siempre muy alto,
Nuestras escalas nos han de ayudar.
Salvad, Salvad segundano
Muchas vidas, muchas más.
Que tu obra de sacrificio,
Más de una madre te agradecerá.
Salvad, Salvad segundano,
Muchas vidas, muchas más.
Que tu obra de sacrificio,
Más de una madre te agradecerá.
Letra y Música: Don Eduardo W. Burrows Burrows | 1950
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